De acuerdo a lo señalado en el requerimiento, para la FNE el “cartel” comenzó a gestarse con ocasión de reuniones y contactos que mantuvieron permanentemente Jaime Wilhelm, gerente general de Dreams; Henry Comber, presidente del directorio de Enjoy; y Nicolás Imschenetzky, presidente del directorio de Marina del Sol, a partir de mayo de 2021. Al comienzo, estos encuentros tenían como foco el enfrentamiento que mantenían con la Superintendencia por los Procesos Licitatorios 2020 y 2021.
El 22 de mayo, Wilhelm envió un WhatsApp a Imschenetzky en el que sugirió la conveniencia de que cada compañía renovara sus respectivos permisos, para lo cual una coordinación entre las Empresas Requeridas resultaría necesaria: “Si me preguntas a mí, quizas lo mejor dejar que suceda no mas y mantenemos intactos nuestros derechos (sic)”, dijo en el mensaje.
En julio de 2021 Enjoy se reincorporó a la Asociación de Casinos, por lo que la vía de comunicación era un WhatsApp demoninado “Coord. Temas Industria” con los altos ejecutivos de los casinos en cuestión como únicos integrantes.
El 1 de septiembre es clave para el argumento de la FNE. Jaime Wilhelm, Henry Comber y Nicolás Imschenetzky se volvieron a reunir, en las oficinas de la consultora Humanitas Cornerstone, ya que entrevistaban a candidatos para la presidencia del gremio. En uno de los recesos -en un café cercano a la oficina- se produjo una conversación, según la declaración de Imschenetzky, “la primera conversación real donde se empieza a develar que efectivamente puede existir una posibilidad de no competencia o de no agresión”. En ella, Jaime Wilhelm preguntaba: “bueno y ¿qué es lo que va a pasar con esta licitación?”.
La respuesta vino por parte de Comber, con la que dio la señal de que Enjoy no competiría: “a mí ni siquiera me miren, nosotros tenemos realmente problemas económicos serios (...) con suerte vamos a alcanzar a levantar las boletas de garantía para poder participar en las licitaciones de las plazas que tenemos que defender, entonces, nosotros de competir, ni hablar”.
“Jaime ahí dice ‘aquí lo importante es que en algún minuto nos sentemos a conversar, esto no puede terminar en una licitación −misma frase, no cierto, de mayo, de la casa de él− no puede terminar en una destrucción de la industria y hay que tratar de, por algún motivo esta licitación no dañe ni perjudique a las empresas de casinos que van a participar en esta licitación’”, dijo Imschenetzky, quien agregó: “ahí la conversación se empieza a terminar y yo lo único que le dije, y que también lo veo ahora como una tontera, pero sí se lo dije es ‘tú te puedes quedar tranquilo, porque yo a Punta Arenas no voy a ir’”.
El 4 de octubre viene uno de los hechos más llamativos. Habiendo manifestado Enjoy ante sus competidores su voluntad en orden a postular únicamente a la renovación de sus propias plazas, Dreams y Marina del Sol volvieron a reunirse en las oficinas de Dreams. Para ello, Wilhelm solicitó a Imschenetzky tomar diversos resguardos para que pudiera ingresar al edificio sin ser detectado. En efecto, este último declaró ante la FNE que “tuve que apagar mi teléfono y estacionarme afuera (…) a 50 metros del edificio” y que salió “a buscarme en una camioneta blanca, el gerente de finanzas de Dreams (Claudio Tessada); me subo a la camioneta, me pregunta si el teléfono está apagado, le digo que ‘sí’”.
Al ingresar Imschenetzky a la sala de reuniones se encontró con Wilhelm, mientras que después de unos minutos ingresó Claudio Fischer, accionista de la empresa.
En el contexto de la referida reunión, el gerente de Dreams reiteró su renuencia a competir en las licitaciones que se avecinaban y, además, reveló que a Dreams y Enjoy no les era conveniente postular por más plazas dada la fusión, considerando las eventuales desinversiones que deberían efectuar, agregando -de acuerdi a la declaración del dueño de Marina del Sol-que por tal motivo, “para nosotros lo mejor sería que cada uno postule en lo que tiene y que no pase nada”.